Agile Coaching: Pasado, Presente y Futuro de una Profesión.

¿Cómo nació el Agile Coaching? ¿Cómo se convirtió en una verdadera profesión? ¿Cómo ha evolucionado hasta hoy? ¿Qué está sucediendo con el rol? ¿Cuáles son los desafíos actuales del Agile Coaching? ¿Hacía donde está progresando el rol? ¿Cómo seguir agregando valor?

Son algunas de las preguntas que respondieron quienes estuvieron justo allí, donde se forjó el rol y la profesión y quienes le están dando forma hoy en día liderando la práctica de Agile Coaching. 

Tuve el privilegio de facilitar un encuentro único con grandes exponentes del Agile Coaching. Se conectaron cada uno desde distintos continentes para converger en las Jornadas Latinoamericanas de Agilidad 2021.

Integraron el panel en formato Fishbowl: Lyssa Adkins quien dió forma a la profesión de Agile Coaching y publicó hace 10 años el libro “Coaching Agile Teams”, Antoinette Coetzee quien estuvo desde 1996 en los inicios de la agilidad, Jimmy Janlén quien fue Agile Coach de Spotify durante su etapa crítica de hipercrecimiento y Camilo Velasquez quien ha desarrollado las capacidades de Agile Coaching en ciento de personas a través del programa de capacitación Kleer Dojo.

Realmente vale la pena disfrutar cada minuto del video. Y a continuación comparto mis notas (complementado con mis propias ideas)

¿Cómo nació el Agile Coaching? 

El Agile Coaching surgió inspirado en el rol de Coach que existía en XP (eXtreme programming). El XP Coach era principalmente alguien que ayudaba al equipo a adoptar las prácticas técnicas para desarrollar software de manera ágil y con calidad técnica. Pero no solo eso, también apoyaba a los equipos con las dinámicas de colaboración y resolución de conflictos.

Aprender el desarrollo ágil de software no se reduce a las prácticas técnicas. Existe fundamentalmente un cambio de mindset, en la forma de colaborar en el equipo y con el cliente. Descubrieron que para lograrlo no bastaba con mentoring y tutoría. Se requería un enfoque diferente, un enfoque centrado en las personas, más amable e invitacional.

Antoinette nos cuenta su historia acerca de cómo conoció esta práctica allá por el año 1996 de la mano de Martin Fowler, uno de los originales 17 que firmaron el manifiesto ágil en el 2001 y precursor de eXtreme Programming. 

En su relato cuenta que el framework Scrum, ponía más énfasis en seguir las ceremonias definidas que en las prácticas de desarrollo ágil de software y la filosofía subyacente.

Lyssa Adkins se basó en el XP Coach para crear -junto con Michael Spayd- el Agile Competency Framework en donde se definieron los dominios de conocimiento y las prácticas de un Agile Coach, incluyendo un segmento entero para las prácticas técnicas. Este marco de competencias le hizo mucho sentido a los Coaches, ponía nombre a las cosas que ya hacían y servía de guía para otras que debían hacer.

El Agile Coaching fue emergiendo como profesión a medida que la agilidad se fue expandiendo en las organizaciones. En cierto punto, la agilidad trascendió al desarrollo de software y se fue permeando a otras áreas de la organización que habilitaban también la agilidad organizacional. 

Esto dió lugar así a una práctica de Agile Coaching de otra naturaleza. Una que no está directamente relacionada con desarrollo de software, sino con la incorporación de la filosofía, la forma de pensar y las dinámicas de colaboración que habilitan la agilidad organizacional.

¿Cuáles son los desafíos actuales del Agile Coaching? 

Hoy en día estamos en el mercado de los «late adopters», quienes llegan últimos a adoptar la agilidad y lo hacen porque ya el resto lo hizo o lo está haciendo. Muchas de estas organizaciones, carecen de un propósito genuino.

Un error común es contratar a un Coach para que implemente agilidad, pero sin estar preparados para la transformación cultural que implica ser una organización ágil.

Pregunté: Como coach, ¿Aceptas el desafío de transformar la organización o tienes ciertos pre-requisitos? 

Lyssa recomienda tener una conversación previa, en donde se clarifique: Qué se necesita para realmente poder hacer lo que nos están pidiendo y si realmente nos lo van a dar.

De esta manera “evitas sentir la frustración y pensar que eres un fracaso, cuando no es falla del coach. El error sería aceptar una situación en donde no se podría tener un impacto significativo.”

Es muy importante clarificar las motivaciones: para qué una organización quiere adoptar agilidad. Sin esto, no hay forma de tener una dirección clara ni la determinación para avanzar en los momentos difíciles..

Las organizaciones contratan coaches con distintas expectativas: algunas para que desafíen las ideas, otros para que les digan qué hacer y otros tienen la expectativa de estar contratando un experto en un marco de trabajo que venga a “instalarlo”. Este es otro motivo por el cual es fundamental clarificar las expectativas desde el principio.

Es nuestra responsabilidad como agilistas educar a la comunidad y a quienes nos contratan e iluminar el camino del agile coaching y de las organizaciones ágiles.

Mi última pregunta fue ¿Hacía dónde está progresando la profesión? ¿Cómo podemos continuar agregando valor en el futuro?

El Agile Coaching ya es una profesión bien establecida, y como tal tiene, competencias bien definidas que se pueden desarrollar y un código ético reciente y aún en elaboración.

En la conversación identificamos tres formas en las que el Agile Coach está evolucionando. Estas no son excluyentes, sino más bien complementarias.

Una de ellas es desarrollar nuestro liderazgo y pasar a ser un líder ágil dentro de la jerarquía organizacional. En el movimiento ágil, hemos logrado desarrollar líderes ágiles en las organizaciones. 

Con el tiempo, ha surgido la distinción entre coach de equipo y coach empresarial. Este último se enfoca en habilitar la agilidad organizacional y representa también un posible progreso en el rol del Coach para agregar más valor.

Por último, identificamos que cada vez más vemos a Agile Coaches desarrollando sus competencias de Coaching Profesional. Y también se está viendo una convergencia con las prácticas de Desarrollo Organizacional y Diseño Organizacional. Está habiendo una conjunción entre estas disciplinas y representan una evolución del rol. Estas prácticas permiten al Agile Coach tener más herramientas para rediseñar el sistema organizacional y habilitar mayor agilidad.

En el futuro vemos que las dinámicas de cambio seguirán siendo cada vez más aceleradas. Los marcos ágiles y las competencias del agile coaching ayudan a las personas a metabolizar los cambios sin abrumarnos.

Por este motivo, para el futuro, vemos la necesidad creciente de ayudar a las personas a incorporar los principios ágiles para ser cada vez mejores en metabolizar el cambio.

Tu camino como Agile Coach

Si estás en tus primeros años dentro de la agilidad, por favor ten cuenta que todo lo anterior es cierto, suponiendo que como Agile Coach tienes recorrido y experiencia suficiente en las competencias definidas en el Agile Competency Framework, con fuerte base en la filosofía ágil. 

De hecho, lo mismo opino para el rol de Scrum Master. Considero que su propio nombre -aunque no me guste como suena- implica tener maestría. En este sentido el rol de “Scrum Master Jr.” o -incluso Ssr.- me parece un oxímoron. 

Este es un llamado a cuidar el rol y la profesión del Agile Coaching, que está en pleno crecimiento y evolución. Como agile coaches debemos desarrollar la profesión con ética para que aportemos valor real y que, como dice Lyssa, que no generemos más daño que ayuda.

El Agile Coaching tiene una gran responsabilidad en ayudar a las personas y a las organizaciones a metabolizar el cambio y lograr organizaciones ágiles, efectivas en satisfacer las necesidades de sus clientes y usuarios y prosperar en el contexto actual complejo y cambiante.

¿Aceptas el desafío?

Los comentarios están cerrados.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑